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miércoles, 18 de abril de 2012

Sueños

Para mi mujer María Pilar

Soñando
acariciaba tus manos
con el rubor
de un muchacho  de quince años.

Soñando
acariciaba tu pelo
que como cascada de agua
caía sobre  tus hombros  morenos.

Soñando
acariciaba tus labios
rozándolos con los míos
para  no hacerte daño.

Soñando
sentí que tú te rompías
refugiándote en mis brazos
Soñando
sentí tus gemidos quedos
en mi pecho enamorado.

Soñando
sentí tu mirar  profundo
sentí que me hacía daño.

No me quise despertar
quería  que fueras  mía
y solamente en mis sueños
así lo conseguiría.
Pedro Róman Sanchéz
También el alma se rompe

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