Llovía,
el agua caía del cielo muy despacio,
con suavidad quería
acariciar a las flores del campo.
Ellas adormecidas
despertaron gozosas,
la frescura del agua
las hizo más hermosas.
De cientos de colores
a la tierra vistieron,
celoso el arcoiris
fue desapareciendo.
y hubo una gran fiesta;
los pájaros del campo
con sus trinos unieron
al cielo y a la tierra
igual de enamorados.
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