Quisiera sentir la cercanía de la muerte, para así, en ese trance profundo donde el hombre lee con claridad lo que ha sido su vida, poder plasmarla en esa realidad cruda que rompa el alma sin ruidos, sin llantos y sin nadie que quisiera escuchar esas palabras que hubieran tenido la claridad de decir todo, con tal fuerza que pudiera remover a quien las leyera y cambiar su vida, de tal manera, que ni él mismo la reconociera.
Pedro Román Sánchez