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miércoles, 25 de abril de 2012

Pensamientos

Quisiera sentir la cercanía de la muerte, para así, en ese trance profundo donde el hombre lee con claridad lo que ha sido su vida, poder plasmarla en esa realidad cruda que rompa el alma sin ruidos, sin llantos y sin nadie que quisiera escuchar esas palabras que hubieran tenido la claridad de decir todo, con tal fuerza que pudiera remover a quien las leyera y cambiar su vida, de tal manera, que ni él mismo la reconociera.
Pedro Román Sánchez

La palabra

La palabra es la mensajera de todo lo que tú dices, de todo lo que tú sientes, de todo lo que tú piensas; pero cuando no hay nadie a tu lado que quiera escucharla se pierde en el vacío y a ti te gustaría, entonces, ponerte de acuerdo con el viento, con los ríos, con los montes y con esa paloma mensajera que a todos llevara esas palabras que tú querias decir.
Pedro Román Sánchez

jueves, 19 de abril de 2012

Campos dorados

Ilustración de Natalio Bayo.
Campos dorados,
espigas granadas
mecidas por el viento,
acunadas al alba.

El sol busca refugio
en tan grande sabana
y las espigas se abren
y le dan su morada.

Es un mar tan extenso
que no abarca la mirada,
es un cobijo inmenso
para reposo del alma.

Su belleza es tan grande
como la del mar en calma,
sólo es distinto el color,
lo demás apenas cambia.

Y cuando la mirada
errante va vagando,
encuentra su descanso
en ese mar dorado.

Y esas eternas ansias
de encontrar la belleza
aquí sacian su sed,
en este mar de tierra.

Pedro Róman Sanchéz
También el alma se rompe

Amor itinerante

He sentido la brisa en mis sentidos,
he sentido el viento del siroco
y he visto las montañas del desierto
en distinto lugar cada mañana.

Así sucede a veces en la vida,
el amor se siente como brisa
y otras, como viento impetuoso
que cambia el sentimiento
y lo bello, por un tiempo, deja de ser hermoso.

Mas siempre el amor sale triunfante
y aunque a veces éste se agoste,
tiene la propiedad de ser cambiante.

Y en esas mutaciones permanentes
adquiere sentimientos diferentes,
así sus rotaciones son estables
en ese movimiento intermitente.

Pedro Róman Sanchéz
También el alma se rompe

miércoles, 18 de abril de 2012

El pastor

 Para Ignacio Marín

Qué serena majestad
la del pastor en el monte:
su figura se recorta
en medio del horizonte.

Lo vemos con su rebaño
y con su rostro cetrino,
con su mirada lejana,
andando todos caminos.

Arrebujado en su manta,
lleno de calor y frío,
la cara llena de arrugas,
la soledad, por amigo.

Curtido por todos vientos,
quemado por todos soles,
mojado por tantas aguas,
quebrado por los dolores.

Y no queriendo otra cosa
que seguir viviendo así,
su rebaño y sus perros
y el tener un buen morir.

Pedro Róman Sanchéz
También el alma se rompe

Él será tu alegría

Para Elvira Pérez

En lo más íntimo de ti
donde no se oyen las palabras
hay alguien a quien tú das cobijo
que lo sientes,
que se mueve,
que se agita,
que ríe,
que tiene hambre,
que tiene sed,
que se alegra,
que descansa,
que duerme,
que juega,
y que sabe
que tú para él
eres todo.

Y llegará el día
que, como tú,
abrirá los ojos al mundo
pero en ti, pondrá su confianza
para tantas cosas...
serás su sostén.

Y esa «cosa» pequeña
será tu alegría,
será tu esperanza,
será tu ilusión.

Con él, otra vez serás niña,
jugarás con sus juegos,
leerás en sus libros,
vivirás en su vida.

Y sentirás los olores del campo
y el rumor de un arroyo
y la brisa del mar
porque todo lo que tú vivas
a él se lo querrás dar.

Él será tu alegría.
¡Ya lo verás!

Pedro Róman Sanchéz
También el alma se rompe

Manolete

Para Natalio Bayo

Ilustración de Natalio Bayo.
Voz profunda,
gesto triste,
enhiesta figura,
mirada ausente.

Tu sonrisa era un rictus
tan profundo y tan bello
que tristeza y alegría
se unían en sentimiento eterno.

Sentimientos profundos
que tú escondiste
en el fondo de tu alma,
de tu alma triste.

Tu figura, el Greco
la hubiera pintado
como el personaje
de su mejor cuadro.

Llevabas la tragedia
en tu rostro grabada,
tragedia tan profunda
que te quemaba el alma.

Tu amor te llevó lejos,
qué gran torero fuiste
por dar hasta la vida,
la que nunca viviste.

Tu muerte es testimonio
de lo que forja el destino,
ese año te retirabas
mas no lo quiso tu sino.

Cuando a Islero tú citaste
para ese momento eterno
se unieron dos voluntades,
la del toro y el torero.

Tú en él hundías tu espada,
él en ti su pitón fiero,
fue un instante supremo,
fue algo terrible y bello
porque fue una gran desgracia
pues murió el mejor torero.

Después, tan sólo el silencio,
lágrimas incontenidas,
ya no existe Manolete,
pero dejas el recuerdo
de lo que tú siempre fuiste
que no ha podido borrarlo
ni tan siquiera la muerte.
Pedro Róman Sanchéz
También el alma se rompe

Sueños

Para mi mujer María Pilar

Soñando
acariciaba tus manos
con el rubor
de un muchacho  de quince años.

Soñando
acariciaba tu pelo
que como cascada de agua
caía sobre  tus hombros  morenos.

Soñando
acariciaba tus labios
rozándolos con los míos
para  no hacerte daño.

Soñando
sentí que tú te rompías
refugiándote en mis brazos
Soñando
sentí tus gemidos quedos
en mi pecho enamorado.

Soñando
sentí tu mirar  profundo
sentí que me hacía daño.

No me quise despertar
quería  que fueras  mía
y solamente en mis sueños
así lo conseguiría.
Pedro Róman Sanchéz
También el alma se rompe